A lo largo de nuestras vidas, conoceremos a miles de personas...
Conoceremos a personas altas y bajas; a personas delgadas y no tan delgadas; a personas con gafas y sin ellas; a personas con el pelo liso, rizado, ondulado, corto y largo; a personas que se comen el mundo, y a personas que se les come el mundo; a personas luchadoras y a otras personas que no soporten los problemas que presenta la vida; a personas locas y alegres y a otras serias y responsables; a trabajadores y a vagunos; a los que viven por cumplir sus objetivos y sus sueños y a los que directamente no tienen ninguno de ellos; a románticos y pasionales; a egoístas y poco detallistas y a los que no se les cuela ni una; a los inteligentes y pícaros y a los inocentes con buena mente; a los prepotentes y chulitos y a los tímidos y vergonzosos; a los que les guste leer y escuchar música las 24 horas del día y a los que practican deporte a cada segundo; a los estudiosos e inteligentes y a los conocedores del mundo...
Como ya se dice muchas veces, nosotros viajamos en un tren en el cual somos los protagonistas de nuestras vidas y solo pienso que deberíamos tener la suficiente valentía de poder dejar subir a todas las personas a pesar de cualquier apariencia para ayudar, aprender de ellos y que ellos aprendan de nosotros y a poder invitar a salir del tren a aquellos que en vez de sonreírle a la vida, les presentan su cara oscura.
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