miércoles, 12 de diciembre de 2012

Echo de menos cuando por las mañanas las veía con las marcas de las sábanas pegadas en la cara.
Echo de menos cuando por cualquier tontería reíamos y por cualquier tontería nos enfadabamos.
Echo de menos cuando estabamos alguna mal y la otra iba para animarla.
Echo de menos las conversaciones enteras de horas sin problemas.
Echo de menos poderles dar un abrazo a cualquier momento del día.
¡Les echo de menos!
Un dia en una terraza detrás de gotas deslizandose tras los ojos prometimos no cambiar nuestra amistad y no olvidar nunca la sensación de tener dos hermanas.
Ellas, tan idénticas en el exterior y tan distintas en el interior.
Juntas, tres pequeñas sonrisas cometiendo ignorantes estupideces las cuales se deberían guardar en el cajón de las grandes alegrías.

Recordad que las tres juntas cambiaremos el mundo...
¿El de los cuentos de abejas maya y de ratones con conejos? 
PUEDE...
Apuestas de que verso a verso, ves tus esfuerzos encristalados junto a las brujas buenas de escobas largas.
Miles de secretos, millones de recuerdos e infinitas historias del claro cielo azul.
Busca porque encontrarás, observa porque entenderás y camina porque adelantarás.
Disfruta de las coloridas flores en primavera, de los caminos llenos de hojas secas en otoño, del insignificante color blanco en invierno y de los rayos brillantes que da el sol en verano.

¡ Eh, tu! No se.. Disfrutemos, no? ¡Yo creo que sí!

domingo, 9 de diciembre de 2012





¡Leer historias
 y
 beber café!
Yo no soy de las personas que piensan que los retos y la lucha se esconden detrás de dos espadas y un escudo, soy de las que sacan los puñales y puños y se enfrentan a los gigantes que intentan derrumbar el mundo. He descubierto con el paso del tiempo y de las malas y buenas experiencias que a uno no lo tumban en el primer asalto si tienes los guantes bien ajustados a la medida del tamaño de tu muñeca.

¡En los peores sueños siempre se encuentra la cura dulce del veneno amargo!
¡En los mejores sueños siempre se encuentra la invitación al doble paso de la felicidad!

Cuando empieza a anochecer y los niños ya están acostados en sus dulces y correspondientes camas,  los grandes y pequeños juguetes toman las casas y las calles y se dejan llevar por la magia de la noche.
Cuando todo parece estar en una calma profunda, ellos asoman sus cabezas a través de las esquinas y ríen tras los semáforos parpadeantes. Son los jefes del momento, luchan en duelos y batallas y se bañan en piscinas de plástico.
Nadie sabe de su mágica existencia y todos ignorantes del cielo nocturno nos despertamos viéndolos en el sitio donde el día anterior los dejamos.

¿Casualidad? No lo creo.