Echo de menos cuando por cualquier tontería reíamos y por cualquier tontería nos enfadabamos.
Echo de menos cuando estabamos alguna mal y la otra iba para animarla.
Echo de menos las conversaciones enteras de horas sin problemas.
Echo de menos poderles dar un abrazo a cualquier momento del día.
¡Les echo de menos!
Un dia en una terraza detrás de gotas deslizandose tras los ojos prometimos no cambiar nuestra amistad y no olvidar nunca la sensación de tener dos hermanas.
Ellas, tan idénticas en el exterior y tan distintas en el interior.
Juntas, tres pequeñas sonrisas cometiendo ignorantes estupideces las cuales se deberían guardar en el cajón de las grandes alegrías.
Recordad que las tres juntas cambiaremos el mundo...
¿El de los cuentos de abejas maya y de ratones con conejos?
PUEDE...
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