viernes, 15 de febrero de 2013

Se despierta un buen día y se encuentra atado en una silla, se encuentra con su labio y nota el agrio sabor a sangre. Mira a su alrededor y poca luz refleja el lugar de cuatro paredes donde parece encontrarse. Intenta ordenar su memoria y recordar como llegó  hasta ese lugar, cuando lo hizo y porque motivo.
Nada. No consigue recordar, el miedo le abruma y la intriga le provoca escalofríos en su áspera piel.
Un ataque de preguntas le inundan la mente, no sabe como responder a ellas y no sabe como dejar de escuchar sus pensamientos.
Una pequeña y fina música comienza a sonar dejando el hueco del sonido, retumbando cerca de él.
Asustado comienza a mover la cabeza en varias direcciones intentando encontrar la solución a ese siniestro enigma.
En ese momento una luz blanca penetra en la habitación dejando un reflejo en el interior, cuando consigue abrir los ojos cegándose por esa claridad, se da cuenta que hay una mujer de blanco en el extremo izquierdo del lugar.
Ella le mira, él suspira, ella sonríe y él recuerda.
¿Que ha sucedió? Que despertó del temor, que guardó la melancolía.

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