martes, 15 de enero de 2013

¿ Porque cuando despertamos por las mañanas solo vemos una cara legañosa reflejada en el espejo de tu cuarto y no esa textura de piel diferente a la de todas las personas y esos ojos de un color único dentro de los apetecibles, una sonrisa que compite con los reflectantes rayos del sol y un pelo alborotado que te hace sentirte grande, león/leona luchador/luchadora de la selva, porque no abres la ventana y dejes que entre el polvo de fuera que deambula por el aire como deambulan tus caderas a la hora de actuar en plena acción?
Lo mio no es una pregunta, porque lo pongo a prueba cada vez que el gallo canturrea en el hueco del ascensor. 

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