Ese caracol insignificante para el mundo que arrastra el peso de cada injusticia sobre él.
Llamarle la atención cuando las antenas bajan la razon y el llegar a deshora en el momento que el caparazon deje de molestarle.
Sus recuerdos y su castigo eran haber pensado una vez en él mismo.
Solo se lo impuso, y solo lo carga. No lo dejes, ayúdale.
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