miércoles, 19 de septiembre de 2012

Y el duende se levanto de su escondite, se fue al jardín de los sueños perdidos y empezó su día como todos los demás.
Aconsejar a las margaritas, cuidar de las amapolas, enseñar a las rosas... rutina pesada de todos los días, hasta que un día, ella, la flor mas bonita de todas se le acercó. El duende, asustado decidió irse a otro lugar, al llegar a su escondite se tumbó sobre la madera pero tocaron a la puerta y se asomó la flor mas bella que el había visto jamás, la misma que conoció en el jardín. El duende nunca podría haberse esperado que en cuestión de minutos su vida iba a dar un giro enorme.

"No tengas miedo a cambiar todas las cosas negativas de tu vida, no tengas miedo a conocer gente nueva, no tengas miedo a romper tu rutina y para eso haz que el día a día sea una aventura, no dejes que se te apodere y sobre todo no dudes de lo que quieres ni de quien eres"

El duende al despertar vio que las flores no eran grises y tenían color, ¿será verdad que tu vida la puedes cambiar?
Si, cada centésima de segundo, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada año, cada rato de tu vida por mínimo que sea, aprovéchalo para verte reflejado en un jardín donde los sueños sean encontrados.

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