miércoles, 7 de agosto de 2013

Cuando piensas que ya tienes a alguien, empiezas a dejar de tenerlo poco a poco y día a día.
Las noches y el reflejo de la luna, los días y el color que este desprende a la luz del sol.
La locura del sonido de la vida, a menudo la sonrisa y a menudo la nariz.
Búscame mientras continuo caminando que a la luz del alba, los sueños brillan mas.
Que a mi la compañía no me abandona, ¡eh! que a mi el miedo ni me presiona. 


Sin juzgar por la apariencia

Todo lo que he inventado, detalles que yo he creado, las vidas que he salvado...

¡POR ESO QUIERO SEGUIR VOLANDO!

Colgado en el extremo de una farola lo vi abrazado a la ironía, con los pies atados, siguiendo mi mirada con la suya perdida.
Seguir su camino era la perdición, debía de cambiarlo, lleno de nudos y lleno de piedras que esquivar con la inmensa duda de donde iba a acabar.
Le dio tres suspiros al cielo y su sangre empezó a hervir siguiendo un intento de remontada, acabó sin poder salir.
Le pregunté que había sucedido y me respondió que era la causa de un gran amor perdido.